viernes, 27 de agosto de 2010

El resplandor

Buenos días a todos.

Sinceramente, la tercera parte de Austin Powers, pasaba de ponerla, por lo que os ofrezco hoy una de las joyas del cine de terror protagonizada por un impresionante Jack Nicholson y dirigida por Stanley Kubrick de la cual en este 2010 se cumplen 30 años.

El resplandor.


Comienza cuando el aspirante a escritor Jack Torrance (Jack Nicholson) acuerda ser el cuidador del Hotel Overlook durante los meses de invierno en los que el hotel queda aislado por la nieve. Jack está convencido que la soledad le vendrá bien para escribir. Cuando llega al hotel con su mujer y su hij, el edificio está siendo desalojado. El cocinero del hotel, Dick Hallorann, percibe que el muchacho posee el resplandor y lo advierte de no entrar en la habitación 237. Cuando llega el invierno la familia queda aislada del mundo exterior y fantasmas, reales o imaginarios, pronto comienzan a ejercer su maléfica influencia sobre Jack. Las fuerzas malignas del hotel y su propia demencia lo llevan al límite y Jack, inmerso en un espiral psicótico, ataca a su mujer e hijo en una desquiciada persecución. Al final Wendy y Danny escapan pero Jack muere congelado atrapado dentro de un laberinto cerca del hotel.

A medida que la trama se desarrolla extraños sucesos se multiplican hasta que llega un momento donde no es posible discernir si Jack está mentalmente disturbado o verdaderamente embrujado. En estas inquietantes y misteriosas circunstancias Kubrick describe el modo en el que el pasado elitista del hotel alimenta el resentimiento que Jack siente por su familia y sus fantasías de llegar a ser un escritor libertino al estilo de Scott Fitzgerald. Jack es un hombre que ama la historia, la atmósfera de clase alta del hotel Overlook y que desea, como le dice a Danny, quedarse allí ‘por siempre y siempre jamás’. Jack se anima y se vuelve sociable sólo cuando los fantasmas se le aparecen. Estos le reconocen, le llaman señor y, a pesar de su aspecto escasamente pudiente y desaliñado, le permiten dejar fiado en el bar inmediatamente, ‘ordenes de la casa’, le dicen. Poco después, en los aseos del salón de baile, Jack se convierte en el supremo vigilante del hotel, contactando con sus sentimientos de supremacía masculina de raza blanca.

Por otro lado Jack nunca se muestra cariñoso con su tímida mujer ni juega con su hijo. En la novela de King, Wendy es un personaje independiente, decidido y capaz. En la versión cinematográfica de Kubrick queda convertida en un personaje inocente, ridículo, frágil y miedoso que se aferra a un matrimonio problemático. Hacia el final de la película Jack se ha convertido en un hombre que desprecia a su mujer. Cuando Wendy lo mantiene a raya con un bate de béisbol su elaborada condescendencia y su curiosa forma de amenazarlo intensifican un ligero fastidio que la audiencia ha sido animada a sentir por Wendy, poniendo la película al borde de la misoginia. Para Jack su mujer personifica la molesta realidad y sus eventos triviales sin importarle su trascendencia. Esto es ejemplificado a la perfección en la escena en la que Jack está mecanografiando en el Salón Colorado y Wendy llega para decirle que una gran tormenta de nieve está en camino. Furioso por lo que Jack considera una innecesaria interrupción de su trabajo la echa cruelmente. Su indiferencia por lo que Jack considera una banalidad le costará la vida ya que este morirá congelado debido a las rigurosas condiciones ambientales.


Las dos niñas estas son espeluznantes, la escena de la persecución con el hacha, es memorable, y la sangre que baja desde el ascensor... Impresionante.

Os dejo el tráiler de la, para mi, una de las mejores películas de terror, si no decir, la mejor que se ha hecho.



Un saludo del Capitán Hispania.

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